Runrún, onomatopeya de significados múltiples que sintetiza lo que buscamos ser como familia de trabajadores de las artes:
- Un pájaro sin plan de vuelo como definió alguna vez Violeta Parra el acto de crear.
- Un juego artesanal lleno de cariño y descubrimiento como el botón que hacíamos girar en la infancia.
- Un rumor o ruido que avanza, se construye y se transforma en la tensión individuo/colectivo como las historias y saberes inconmensurables de la tradición oral.