Hasta el sábado 11 de marzo estará en exhibición Fosa de Atacama, instalación poética, sonora y visual que por estos días se presenta en el Centro Cultural Atacama de la ciudad de Copiapó (piso -1, entrada liberada).
Las y los autores son poetas, músicos/as, audiovisualistas y artistas visuales provenientes de la región de Atacama y otras latitudes de Sudamérica, que reflexionan sobre distintos tópicos como la naturaleza, el viaje, la experimentación y la contingencia.
“Entre el sol y la tierra”, de Javiera Véliz, Bárbara Pestán y Milenko Bogdanic; “Una imagen flotará a la deriva”, de La Coperacha (Bolivia); «De sangre, pluma y llanto», con autoría de Extinta Balboa y Tomás Falon (Chile-Argentina); “Mapas”, de David Ortiz; “En la fila 8, Columna 30”, creada por Tatiana Mayerovich y “La extranjera”, de Familia Runrún, son las seis obras que componen esta muestra.






«Fosa de Atacama es un viaje a las profundidades de la escena visual, poética y sonora atacameña. Así como en el suelo marino subyace una fosa oceánica que delinea el contacto entre la litosfera oceánica de la placa de Nazca y la litosfera continental de la placa Sudamericana repleta de seres bioluminiscentes y de extrañas formas, aquí habitan seres por descubrir, generadores de su propia luz, bichos raros, lenguajes híbridos difíciles de encasillar en una sola palabra», describe Daniel Jesús Ramírez, integrante de nuestro colectivo Familia Runrún.
Este proyecto emerge como una propuesta artística complementaria al Ecofestival Noctiluca, que celebramos recientemente en Copiapó y Caldera. La muestra, por lo tanto, es el resultado de una simbiosis y cruces disciplinares desde la música, sonido, poesía y el lenguaje audiovisual.
«Desde Familia Runrún queremos seguir siendo partícipes de la creación de espacios de encuentro a escala humana. En ese sentido, si hay algo que queremos potenciar, es la continuidad de espacios como Fosa de Atacama dentro de Noctiluca. Pues con ellos apuntamos a experimentar la música, la poesía y el sonido desde otras posibilidades más allá de la puesta en escena», acota el artista.
Para terminar, el también curador de la instalación deja un llamado abierto a la comunidad:
«Invitamos a todas las personas de Copiapó y visitantes a sumergirse en esta fosa audiovisual para ver y oír parte del paisaje artístico que habita en el subtono de la región».
